Colmenar del Arroyo, un pintoresco municipio cerca de Madrid, celebra con entusiasmo sus fiestas patronales en honor a San Vicente. La jornada comienza con una misa a mediodía, seguida de una procesión musical que se dirige hacia el Cerrillo de San Gregorio, desde donde se bendice al pueblo. Tras la bendición, los asistentes disfrutan de una refrescante limonada y los tradicionales tostones, un platillo de garbanzos fritos arraigado en la cultura local. María de los Ángeles, una vecina emblemática del lugar, mantiene viva una antigua tradición al recitar un poema dedicado a San Vicente, heredado de su difunto marido. Con la finalización de la procesión y el regreso de San Vicente a la iglesia, los habitantes se reúnen para compartir aperitivos, perpetuando así las costumbres y la unión comunitaria de esta festividad.
